Jesse Pomeroy: El asesino más joven en pasar a la historia de EU

Cuando hablamos de asesinos seriales o de psicópatas, rara vez se nos viene a la cabeza la imagen de un niño. Pero si mencionamos las palabras «niño asesino» puede que a veces nos de hasta más miedo de lo normal. Nos es difícil imaginar que tendríamos que cuidarnos de un ser pequeño y aparentemente frágil a quien muchas veces podríamos superar en masa corporal o fuerza, incluso siendo mujeres. Aunque ese no fue precisamente un problema para Jesse, un niño muy corpulento y algunas características que le daban un aspecto bastante macabro y como suele pasar, era bulleado (molestado) por su tamaño.

En el siguiente link pueden escuchar una interesante conversación que sostuve con el periodista Santiago Camacho en su aclamado programa "Días extraños" sobre este caso y otros casos igual de perturbadores e interesantes. 

https://www.ivoox.com/ninos-asesinos-marcela-briseno-audios-mp3_rf_81130057_1.html

Jesse Harding Pomeroy nació el 29 de noviembre de 1859 en Massachusetts. Tuvo un padre sumamente violento, estricto y muchas veces llegaba ebrio y al que prefería golpear era precisamente a Jesse; con él descargaba toda su ira a cinturonazos o a puño limpio muchas o la mayoría de las veces sin motivo alguno. Y casi todas esas veces Ruth, su madre, no hacía más que soportar y ver cómo el hombre golpeaba a su hijo.

El niño mostraba ser inteligente desde pequeño, pero su gran tamaño no era su única particularidad, sino que también nació con un detalle en uno de sus ojos, era una membrana blanquecina parecido a una catarata que cubría su iris y pupila enteros, por lo que daba la apariencia de tener un ojo completamente blanco. Parece que se le fue componiendo con los años; pero evidentemente era una característica por la que también era molestado en la escuela por otros niños y hasta algunos adultos.
Y para rematar, algunas fuentes comentan que también padeció de ataques epilépticos esporádicamente.

Así como cualquier niño gusta de ver o consumir historias de acción, actualmente hay miles de videojuegos o películas con violencia hiperrealista, los niños como Jesse en la década de los 1860´s se entretenían con historias violentas de apaches contra vaqueros y claramente este niño se fue identificando más con la violencia que esos cuentos pintaban sobre los «malvados y crueles» nativos americanos y los blancos renegados como por ejemplo la figura de Simon Girty (un personaje muy interesante también).

Jesse aún no cumplía 10 años y su padre seguía golpeándolo de la peor forma, su favorita era llevarlo al retrete desnudarlo y darle con el cinturón hasta sacarle sangre; y así es como muchas veces se va formando un psicópata; para sorpresa de nadie comenzó a torturar animales. Comenzó matando a los canarios de su madre Ruth, luego fue evolucionando con los gatos de los vecinos. Hasta que la familia prefirió no volver a tener mascotas.

Primeros ataques

Fueron pasando los años y la ira que iba acumulando el pequeño Jesse era cada vez más difícil de contener. En él crecía cada vez más la necesidad real de hacer daño y porfin la llevó a cabo cuando el 26 de diciembre de 1871 se atravesó en su camino el pequeño de 4 años William Paine a quien llevó con engaños a una cabaña abandonada en Powder Horn Hill (Massachusetts), lo desnudó, lo colgó de las muñecas sobre la letrina y lo golpeó como si se tratara de un saco de boxeo; a veces con los puños y a veces con un palo. En los meses siguientes se reportaron 3 niños más que también habían sido golpeados y torturados de formas inimaginables remarcando que habían sido atraídos a la misma zona y con engaños por un niño grande de pelo castaño. Sus nombres eran Tracy Hayden de 7 años, Robert Maier de 8 años (a quien había prometido llevar al circo) y a otro niño del que su nombre no quedó registrado; pero tras estos ataques la policía comenzó a interrogar a todos los adolescentes que veían de pelo castaño.
Además de las terribles palizas, los niños coincidían en que además su atacante se masturbaba mientras los torturaba; es decir, cuando la excitación se pervierte y se consigue a través de la violencia en vez del placer y se mueve con el fin de someter a la víctima y de marcar su autoridad. Por alguna razón su descripción se transformó en la de un joven cercano a los 18 años con barba pelirroja y puntiaguda.

Luego vinieron ataques con métodos cada vez más retorcidos y más frecuentes como el de George Pratt a quien ató y lo arañó fuertemente enterrándole hasta donde podía las uñas, le clavó una aguja en varias partes del cuerpo como apuñalándolo y también le mordió una mejilla y una nalga. Luego se desquitó con Harry Austin, de 6 años, apuñalándolo con una navaja de bolsillo e incluso trató de cortarle el pene. El que siguió fue Joseph Kennedy, a quien golpeó y después realizó un corte muy profundo en una de sus mejillas, terminó por llevarlo al mar para echarle agua salada en las heridas, y ahí lo dejó. Mas adelante se le atravesó el pequeño de 5 años Robert Gould, a quien atrajo hacia una estación de tren, con él se tuvo que conformar con cortarle un pedazo de cuero cabelludo cuando vio que se acercaban unos ferrocarrileros y tuvo que huir en momento exacto en que planeaba realizar su primer asesinato tratando de degollar al pequeño. Afortunadamente no lo logró y este niño fue el primero en dar señas más particulares sobre el sádico describiendo que tenía un «ojo lechoso».

Después de esto la policía decidió pedirle ayuda a uno de los sobrevivientes más valientes en hablar, que fue Joseph Kennedy; le pidieron que los acompañara a buscar a las escuelas al agresor para tratar de reconocerlo, de lo cual el astuto Jesse logró escabuirse huyendo de la escuela, aunque no le duró mucho cuando dando vueltas por el rumbo de todos modos Joseph lo reconoció y de inmediato alertó a la policía y Jesse Pomeroy fue capturado.

Pomeroy en un inicio aceptó su culpabilidad y de momento se le condenó a permanecer en un reformatorio juvenil hasta que cumpliera los 18 años, pero su madre; que para ese momento ya le había puesto un alto al marido por las golpizas que propinaba a su hijo y se había separado de él llevándose a Jesse a su hermano Charles hacia otro sitio, pues ella abogó hasta el cansancio alegando que su hijo era totalmente inocente y que era un buen chico.
El niño torturador logró mantener una muy buena conducta en el reformatorio, por lo que al año y 3 meses de su aprehensión lo dejaron salir con la condición de no acercarse a otros niños.

El primer crimen

Su madre tenía un negocio de confección de ropa y le pareció muy buen lugar para poner a trabajar a Jesse, que éste se entretuviera y que no estuviera intentando ninguna otra cosa por ahí. Todo iba bien aparentemente, pero de si liberación no había pasado más de un mes (liberado en febrero de 1874) cuando el 18 de marzo apareció en la tienda una pequeña niña de 10 años de nombre Katie Curran preguntando por un libreta que deseaba comprar; el adolescente en ese momento de 14 años le dijo que posiblemente tendría una en el sótano.

Quizá porque no había estado cerca de ningún niño menor que él (como acostumbraba) y ella fue la primera persona más vulnerable que se topó, decidió descargar con ella todo lo que había acumulado. La tomó bruscamente del cuello y con su vieja navaja de bolsillo la degolló casi decapitándola, una vez muerta la apuñaló en el área genital repetidas veces «para ver si reaccionaba» según sus propias palabras. Cuando terminó llevó el cuerpo a un montón de cenizas que había por un inodoro, se lavó la sangre y regresó a trabajar como si nada. Y nadie notó absolutamente nada.

La policía para ese entonces ofrecía $500 dólares como recompensa por quien diera mayores pistas para dar con el «Sádico bribón» como le apodaron.

En algún momento se creyó que había sido secuestrada en un vagón de tren pues no se había encontrado ningún cuerpo. Ni siquiera el olor del cuerpo en descomposición llamó la atención de nadie. Apenas 6 días después, el 24 de abril de 1874, unos niños que jugaban en la playa descubrieron el cuerpo de un pequeño niño de apenas 4 años; era de Horace Millen.

A él lo había atraído hacia una tienda de pastelillos, cuando vio la oportunidad de nuevo lo llevó a un lugar aislado y comenzó a apuñalarlo, aunque el niño se defendió ferozmente por marcas de defensa que había en sus manos y brazos, no logró salvarse. También lo apuñaló en un ojo y le cortó el escroto como un intento de castración.

Cuando encontraron a Horace, mucha gente lo había visto caminar comiendo pastelillos con un adolescente y la pareja había llamado la atención; por lo que ya no fue difícil dar de inmediato con el asesino. Jesse Pomeroy declaró de inmediato que había sido él sin mostrar ningún remordimiento. Cuando le preguntaron que porqué lo había hecho solo contestó «no pude evitarlo».

Con tan terrible suceso a Ruth no le quedó de otra que vender su tienda y fue hasta que llegaron a remodelar que encontraron el cuerpo de la niña Katie Curran. Su abogado le recomendó entonces aceptar culpabilidad por locura, pero esa no se la tragaron las personas del jurado ni el juez pues determinaron que Jesse era capaz de reconocer que lo que hacía estaba mal.

Ruth, madre de Jesse.

Las leyes en ese momento indicaban que cuando se hallaba culpable a alguien por homicidio la única pena disponible era morir en la horca, y así fue condenado con todo y la ira y descontento de su madre. La ejecución se fue postergando pues aunque había cometido actos terribles, aparentemente nadie se atrevía a colgar a un niño de 14 años, para llevar a cabo la ejecución algún gobernador tenía que firmar la sentencia, así pasó un año y medio pero ningún gobernador se atrevía a firmarla. Por lo que finalmente fue sentenciado a permanecer en aislamiento en la cárcel de Charlestown por el resto de sus días. Y así se cumplió.

Su vida en la cárcel

Con todo y el aislamiento Jesse logró estudiar y se la pasó leyendo libros, de hecho llegó a aprender algunos idiomas facilitándosele más el alemán que logró hablarlo con cierta fluidez. También leyó libros de leyes y con esos conocimientos trató varias veces de conseguir un indulto pero siempre se le negaron sus peticiones. Se encontraba en total aislamiento y solo era visitado sin falta por su madre Ruth hasta que ella murió. Pero no solo mandaba solicitudes de indulto, trató de fugarse hasta en 13 ocasiones, pero en ninguna lo consiguió.

Finalmente después de varios años, hasta 1917, se le concedió el integrarse a la población general de la prisión. Y 12 años después, cuando su salud empezó a empeorar, fue trasladado al hospicio para dementes de la policía para ser atendido. Allí solo duraría vivo hasta el 29 de septiembre de 1932 muriendo de un paro cardíaco y en completa soledad.

Como su última voluntad pidió ser incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas en el mar, pero no se le concedió tampoco. Efectivamente lo incineraron pero fue enterrado en medio de las tumbas de su madre y su hermano en un pequeño agujero sin nombre.

Jesse Pomeroy de anciano

Teorías

Respecto a sus crueles actos, han despertado una interminable polémica entre investigadores y psicólogos forenses del porqué o qué lo motivaba a ser tan cruel, sobre todo con aquella respuesta de «no lo pude evitar». Eso nos hablaría de que se trata de algo patológico, es decir más allá de algo psicológico, aunque ciertamente las golpizas que le daba su padre no fue precisamente la mejor manera de desarrollar su psique en un ambiente armonioso.
La investigadora Dawn Keetley tratando de hallar una razón científica opina que bien se pudo tratar de una vacuna contra la viruela que en su caso le afectó de un modo irregular una parte del cerebro convirtiéndolo en un niño con la necesidad incontrolable de ser violento o que también pudieron tener la culpa todas las historietas que leía tan violentas de los indios y renegados.

No nos queda más que seguir dando vueltas a la misma pregunta de siempre: Un asesino ¿nace o se hace?

Tú ¿qué opinas?

Fuentes

https://www.jstor.org/stable/24485835

https://criminalminds.fandom.com/wiki/Jesse_Pomeroy

Making a monster, Keetley, Dawn.

https://es.wikipedia.org/wiki/Jesse_Pomeroy

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