¿Cuántos feminicidas seriales habrá en Estado de México?

Recién ha saltado a cientos de titulares la captura del Asesino Andrés «N» como se empeñan los medios de comunicación por convención de corrección política y como marca Derechos Humanos para proteger la identidad de los criminales aunque su nombre más completo sea Andrés Mendoza; sí, con eso no se puede jugar. Es impensable faltar al respeto al criminal o dañar su imagen pública y también le tapan con una delgada banda negra los ojos. ¿Cómo es posible que se atente contra la dignidad de un asesino que descuartizaba y enterraba en su propiedad a decenas de mujeres por más de 20 años?

Pues esto es México, para ser más exactos Estado de México, el cual va a la cabeza con más de 10 feminicidios diarios en promedio. Actualmente no se me ocurre otro sitio en el mundo en el que sea más fácil matar mujeres que en Estado de México; el lugar donde no te encuentras a un feminicida serial de Atizapán (una de las localidades de la entidad), sino 2 o 3 o los que faltan, así como suena.

¿En qué otra parte del mundo o en qué otro momento en la historia, se ha dado el hallazgo de más de un monstruo en una localidad de poco más de 90 km2?

A este paso va a resultar que también se trataba de un «culto de asesinos en serie». Pues no es así, querido lector; simplemente se trata de una entidad en la que, como en la gran mayoría del país, lo que siempre va a ganar es la corrupción, la ley del mínimo esfuerzo que sólo aplica para las autoridades pero la del máximo esfuerzo para los estratos más bajos. Tal cual lo decía apenas el abogado de las víctimas del multi-homicidio de la Narvarte (CDMX), cuando le pidió más información a las autoridades sobre el móvil del crimen, estas le contestaron literalmente que «pedir esa información eran exquisiteces, ¿para qué querían saber el motivo si ya tenían arrestados a los culpables?».

Y así fluye la vida en Estado de México, donde efectivamente hay más población que en varios países de Europa, y la mayoría de la gente se ve obligada a trabajar horarios extremos con tal de poder vivir al día con lo más básico. La seguridad para cada uno de los habitantes de Atizapán por ejemplo, con más de 500mil personas, es demasiado cara. No hay manera de que se pueda garantizar tal lujo, ni siquiera para las mujeres.

Efectivamente diario se hacen arrestos de todo tipo, ya sea por robo con violencia o simple, por violencia intrafamiliar, por abuso sexual, por asesinatos de 1 persona, o de 2 o de más de 10, pero definitivamente los crímenes que se llevan a cabo rebasan por mucho en cantidad a la de los arrestos bien investigados previamente.

Uno de los más recordados, tétricos e infames personajes de este tipo en la mencionada entidad es Cesar Armando Librado Legorreta, más conocido como «El coqueto», de quien me gustaría hablar más a profundidad en un próximo artículo. Pues este fue de esos casos que hace menos de 10 años aún llamaban la atención mediáticamente por la cantidad de víctimas que se le comprobaron y la total falta de emoción o empatía que demostraba cuando lo interrogaban. Fue capturado, fugado y sentenciado en 2012 a 240 años en prisión, los cuales evidentemente son simbólicos pues la ley marca que no se puede cumplir más de 60 años.

Y aunque sus crímenes los cometía a bordo del microbus que manejaba y se movía en diferentes puntos de Estado de México, varias de las víctimas eran de Atizapán de Zaragoza o trabajaban en ese municipio. Pero han surgido más asesinos seriales.

Homero N, el del gimasio

A pocas horas de que surgió la terrible noticia, al buscar en internet «Feminicida de Atizapán» cuando los medios que se adelantaron eran apenas 5, resulta que Andrés no era el único feminicida en serie de Atizapán. Me encontré también con notas algunos medio de Octubre del 2020 de la captura de Homero «N», por asesinar a 3 de sus novias.

Homero Arriola Sotelo es un joven de buen físico, ya que al parecer era propietario de un gimnasio, así que se enorgullecía de mostrar sus músculos en fotos en redes sociales y también era stripper. Las 3 mujeres eran indudablemente muy bellas y también muy dedicadas a su físico; al parecer el gimnasio le servía para atraer a chicas con ese gusto en común. Pasado el tiempo y cuando su verdadero ser comenzaba a salir a la luz ellas trataban de marcar distancia; como lo cuentan las familias de las víctimas.

La primera fue Montserrat Blanco quien el 17 de febrero del 2019 se rebeló contra su novio y pensaba mudarse con su mamá y hasta iniciarían un negocio juntas, cosa que ya habían planeado perfectamente. El día que recogería sus cosas de su departamento para mudarse comenzó la discusión con Homero. Lo siguiente que supo Claudia Volbre, madre de Montserrat, fue que su hija se había ahorcado del cancel del baño después de la fuerte discusión.

Homero contó a todos que Montserrat era depresiva, violenta y que varias veces lo había amenazado con suicidarse si la dejaba, algo totalmente fuera de la realidad; sin embargo, acompañó a la familia en los tristes momentos y se comprende que incluso hasta dejó abierta la puerta a una buena relación con su ahora ex-suegra. Tanto así que un día, a poco más de un año del «suicidio» de su novia decidió hablarle por teléfono a Claudia para sincerarse y contarle que había reiniciado su vida amorosa y había conseguido una nueva novia, a lo que la mujer respondió que le parecía bien y lo respetaba; pero no se esperaba la respuesta de Homero: «Sí, pero ¿qué crees? que me volvió a pasar lo mismo, se suicidó».

El caso de Jimmary Quijano la última novia de Homero no fue diferente. Cuando ella empezó a ver quién era realmente su pareja, se quizo alejar de él y planeó mudarse a San Luis Potosí. Pero Homero no estaba de acuerdo. El 6 de Julio del 2020 el fisicoculturista sufrió nuevamente el trauma de hallar a su novia ahorcada en la habitación de un hotel y dio aviso a las autoridades. Pero por alguna razón decidió externarlo a una persona que quizá no fue la más indicada para su «desahogo».

Claro está que su plática casual a la madre de su anterior novia/víctima, encendió las alarmas y dio más armas para indagar sobre lo que las madres de las víctimas nunca creyeron, que sus hijas se hubieran suicidado. Ambas mujeres habían encontrado evidencia de golpes y moretones en los cuerpos de sus hijas, hasta sangre del oído de una de ellas, pero esos hallazgos tan notorios no fueron suficientes para que los forenses de Estado de México trataran de hacer bien su trabajo ni porque personas sin esos conocimientos profesionales se los hicieron ver.

Cuando se relacionaron 2 novias del mismo hombre y ambas muertas exactamente de igual manera, las autoridades no tuvieron más pretexto para no investigar. Y así fue como dieron con que 6 años antes hubo otra mujer; la que sería posiblemente su primera presa; esta vez en el estado de Puebla y que también se había ahorcado en la habitación de un hotel, su nombre era Aurea Berenice, dando la casualidad de que su novio en aquel momento era precisamente Homero Arriola.

Homero fue arrestado el 16 de octubre cuando venía de comer con sus padres como buen hijo y fue vinculado a proceso unos días después en el mismo mes. Aun no es sentenciado.

El descuartizador de Atizapan

Todo inició el pasado 15 de Mayo, cuando se tuvo indicios de la desaparición de Reyna González Amador de 34 años cuando su hermana llegó a la casa de Reyna y se encontró con su hijo solo y sin cuidado. Se dio rápidamente con que había acudido al hogar de su pareja sentimental, Andrés Mendoza de 72 años, supuestamente para terminar la relación con él por lo que éste, iracundo, tomó un cuchillo y se lo clavó en el pecho para después descuartizarla (como lo comentaron a los medios las autoridades); más adelante llegó la policía municipal de Atizapán de Zaragoza que detuvo al sujeto en su domicilio localizado en la colonia Lomas de San Miguel. Al realizar el cateo encontraron los restos de Reyna; extrañamente Andrés les había dado permiso de pasar aún cuando lo que quedaba de la mujer estaba a plena vista sobre la mesa y algunas sillas, rodeada de sangre. Personalmente me causa curiosidad si de verdad el asesino les dio acceso, quizá cansado y deseoso de jubilarse; o eso se lo inventaron las autoridades antes de que cayeran encima como moscas los reporteros de nota roja.

Los hallazgos no dieron lugar a dudas y las fotos tampoco. A pesar de que les dan un efecto borroso o de blur, son aún más terribles pues los pies cortados de la víctima se definen perfectamente, así como una cabellera desollada está colgada de un gancho. Lo que verdaderamente es impactante es la cantidad de «trofeos» que el monstruo guardaba de sus víctimas como bolsas de mano, cosméticos, zapatos y más; sobretodo cerca de ¡20 video-cassettes! en los que se comenta que grabó todos sus crímenes.

Según el reportero de nota roja, Carlos Jiménez, el hombre se jactó de que llevaba haciendo eso más de 20 años y en un post de Twitter más adelante el comunicador compartió: «Asegura que se las comía», lo cual sinceramente me hizo sospechar, pues precisamente hace poco otra gran periodista de crimen y asesinos llamada Elena Merino, española, le dedicó un programa al tema de los asesinos «caníbales» y nota roja en nuestro país y trasciende que se han dado varios casos en los que los medios aseguran que tal o cual sujeto no solo mataba y descuartizaba (como si eso no fuera suficiente) sino que se las comía. Pero al escarbar un poco más en cada caso, es notorio que no hay evidencia contundente de tal acto. ¿Ese podría ser también el caso de este asesino?

Pareciera que en México hay tanto horror, sangre y atrocidades que ya ni un feminicida descubierto en el acto, con pedazos de su víctima esparcidos por toda su casa son suficiente para lograr el ansiado número de clics o taps en la nota que desea determinado medio de comunicación, tienen que agregar que se las comía para mayor contundencia, así es nuestro país.

Post de Twitter del reportero Carlos Jiménez

Ahora, puede ser que efectivamente sí cometiera antropofagia, pero ojalá que eso se pudiera comprobar realmente con evidencias científicas y no nada más por confesiones dudosas.

El caso apenas está bajo investigación y el sujeto aún no es vinculado a proceso aunque con tantísimas evidencias es más que lógico que esto ocurrirá en pocos días y después algún juez dará 2 o 3 meses más para completar la investigación. Pero quisiera dejarlos con una última reflexión.

En otro post del reportero mencionado, Jiménez, se publican las fotos de la «vida cotidiana» de Andrés Mendoza el cual para resaltar la típica característica de los asesinos psicópatas y de cómo se camuflan en la sociedad, comenta que era visto como un vecino totalmente normal y hasta era Presidente del consejo de participación Ciudadana, y para ilustrar la información pone esta foto en la que se le ve vestido con los colores y logotipos de uno de los partidos políticos opositores al actual gobierno. Lamentable coincidencia ahora que las elecciones están tan a la vuelta de la esquina.

¿Será tan horrible nuestra realidad que a pesar de que se conozca de la existencia de monstruos de este tipo, se aguarda la acción de arrestarlos hasta que sea más conveniente para ciertos grupos? o Solo ¿será tan horrible nuestra realidad que de verdad tantos monstruos como este pasan totalmente desapercibidos entre tantos otros igual de brutales? Solo porque matar en México es fácil, porque se puede.

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