Sacerdotes asesinos

Por Marcela Briseño.

¿Qué ocurre en la mente de un cura que asesina? El caso de Leonardo nos cimbra en estos momentos, en su rostro se ve que era un chico de mirada amable. Pero ¿es este un caso demasiado extraño entre sacerdotes? Pues no, hay muchos más, aquí te cuento algunos de ellos.

Recién sale a la luz la noticia de que detuvieron al Sacerdote Francisco Javier Bautista presuntamente por haber asesinado al joven Leonardo Avendaño, quien fungía como diácono de la Parroquia Cristo Salvador y era recién egresado de la Universidad Intercontinental.

La noticia ha causado impacto por lo retorcida y mórbida que pinta ser la historia detrás de este crimen. La investigación para aclarar el móvil del asesinato, si es que en verdad lo cometió el sacerdote mencionado, a penas está en proceso. Sin embargo no podemos olvidarnos de que los sacerdotes siguen siendo parte de una institución que se caracteriza por hacer gala de su gran poder con sus enormes y largos tentáculos en todo lo que infiere a una sociedad, se hace oír y acatar sus órdenes para ocultar u opacar cualquier registro que los implique en crímenes graves, principalmente la pederastia, pero también para callar bocas o borrar vidas de personas que los cuestionen o los exhiban cuando cometen dichos actos.

Hasta el momento todo apunta a que el asesinato se dio por un «juego de asfixia» en el que no se ven signos de defensa en la víctima, lo cual indica que fue consensuado. Vaya que se ha vuelto demasiado turbio todo este asunto, aunque para nada es de extrañar que un sacerdote mantenga relaciones amorosas a pesar de sus «votos», eso ha sido desde siempre. El verdadero crimen está en la ocultación del hecho, en que no hablo a la policía ni a emergencias y que además de todo, ¡es quien ofició su misa de cuerpo presente! Esto definitivamente pinta al sacerdote como un psicópata, cero empatía ni remordimiento.

Tristemente hay más casos de curas homicidas de los que podemos imaginar. Echemos un vistazo a otros de ellos que han sido condenados por asesinato; mucho más crueles y mórbidos..

Uno terriblemente impactante es el del caso de la monja y profesora Catherine Cesnik en el Archbishop Keough High School, podemos conocer mejor la historia en la extraordinaria serie documental de Netflix «The Keepers», la encontraron semidesnuda con las piernas abiertas y con las medias a los pies, en señal de humillación; se entiende que fue asesinada porque había mostrado intenciones de delatar detestables actos de crueldad y abuso en contra de las alumnas de ese colegio. No se ha esclarecido hasta el momento qué persona la asesinó, pero queda muy claro que la iglesia lo supo todo el tiempo y halló todas las formas para callar a los testigos e involucrados, ¿qué sacerdote fue? al parecer el asesino fue el cura Joseph Maskel, a quien todos los testimonios en el documental muestran como la viva representación del mal. Y si no fue él, con seguridad fue otro de sus comparsas sacerdotes.

Ojo a este otro anciano, hiena disfrazada de cura, John Feit. Asfixió, golpeó y una vez inconsciente, violó a la joven latina Irene Garza, quien era una profesora de niños poco favorecidos económicamente y muy católica y devota, asistió a confesarse con este cura y no se le volvió a ver con vida. Su cuerpo apareció en un río cercano a la comunidad en 1960. Feit estuvo negando su responsabilidad todos estos años, y ¿gracias a la ayuda de quién? En efecto, de toda la comunidad eclesiástica, que hizo todo lo posible para que ni siquiera la noticia saliera a la luz, y no exento de este hecho queda el partido demócrata de EU, pues estaba en campaña presidencial John F- Kennedy y como era un buen representante del estadounidense católico y buen hombre de familia, no les convenía que se relacionara a un sacerdote asesino durante su campaña. Finalmente en diciembre del 2017 fue declarado culpable y condenado a 99 años en prisión, esto a sus 85 años, ¡gracias!

En el municipio de Mistrató, Colombia se capturó el 21 de noviembre del 2007 a José Francey Díaz Toro, por haber asesinado a su amante, con quien llevaba vida marital oculta e incluso tenían una niña de 5 años a quien también asesinó; al parecer no estaba satisfecho con romper uno de los más sagrados votos y salía a recorrer el  pueblo a buscar más aventuras, era un insaciable. Su amante al enterarse de sus andanzas lo encaró y amenazó con hacer pública la vida que llevaban y mostrarlo como el falso hombre de Dios, que decía ser. Esto enfureció a Díaz, quién decidió acabar con el problema y la amenaza asesinando a la mujer y para que no quedara ninguna evidencia, pues también a su pequeña hijita. Fue condenado a 45 años.

José Prat, sacerdote de Mallorca; España, asesinó brutalmente a su monaguillo Francisco Calero, conocido como «Paquito» de apenas 9 años, esto en Valencia, España en el año de 1971. Lo asesinó de 47 puñaladas, después de hacerlo se bañó, se perfumó y fue directo a entregarse a la policía alegando haber sufrido un ataque de locura que lo llevó a cometer el acto, pues desde que despertó esa mañana «algo le dijo que debía matar a un niño» decidió buscar a Paquito en su escuela, sacarlo y así lo llevó a su horrible final. Lo habían condenado a 17 años en prisión, más éste nunca los cumplió. Incluso su Orden de misioneros paúles, lo trasladó a Lleida donde siguió activo como sacerdote, dando misas y todo.

Les dejo las palabras de una de las hermanas de Paquito al enterarse años después que nunca se hizo justicia con el asesino de su hermanito.

“Mi madre y yo estamos destrozadas. Saber que el cura que mató a mi hermano luego fue vicario en Lleida y murió arropado por la Iglesia en una residencia ha sido muy duro. Siempre nos dijeron que lo excomulgaron. Ahora sabemos que la Iglesia nos engañó”.